El otro día que estuve de visita, encontré un propuesta muy divertida, o eso me parece a mí, en el blog de
ESPERANZA. Se trata de contar una anécdota propia o de algún conocido y que luego de sucederle haya pensado "Tierra, trágrame".
Yo, como soy de este natural espontáneo y dicharachero, tengo varias. Peeeero hay una con la que todavía sueño, después de los años que han pasado. Creo que ya debía haberlo superado, pero ni por esas.
Relato:
Mi máquina de coser es una ALFA (TOMA YA!. Marca más vasca no hay) que estuvo sin usar unos añitos. Hace como 7 decidí que le iba a hacer una puesta a punto. Llamé a la Casa ALFA y me dijeron , basicamente, que me montara en la máquina y que se la llevara. Yo que alucino, pues mi madre también tiene una e iban a casa a ponerla a punto. Claro, la máquina pesa como 3 quintales, habría que llevarla en coche, pues la distancia no es baladí, luego subir el coche a la acera si encuentras un hueco para ello, driblar insultos de peatones y automovilistas, escaquearte de los munipas, que están al ladito, y si no te has roto la columna, portear la máquina hasta la tienda. Luego, con un impulso sobrehumano digno de los olímpicos levantadores de halterofilia o lanzamiento de azada (más de aquí), ponla sobre el mostrador, después de abrir la puerta con los dientes, si te quedan después de lo relatado para el apartado 'aparcamiento'.
Así iba pasando el tiempo, y ya la máquina necesitaba con urgencia una puesta a punto con vistas a pasar la ITV de las máquinas.
Un dia una amiga me dijo que tenía un número de teléfono de un señor que arraglaba máquinas, pero es que yo no me fiaba. Al final, presa de la desesperación, acabé llamando. Tenía que haber aprovechado y haberme comprado una, por que mi Costillo, con tal de no verse embaucado en mis cosas es capaz de aflojar guita y más.
En fin, que llamé, vino el señor, muy profesional, con un mimo y un trato exquisito, hacia mi y hacia la máquina, y se la llevó. Me la trajo al de 4 ó 5 días. ¡Estaba reluciente, por dentro y por fuera!. Me explicó el funcionamiento y los truquis, y me dijo que no lo dudara y si se me presentaba algún problema, que lo llamara, que él quizás me lo podría solucionar incluso por teléfono, si era poca cosita debido al uso indebido por mi parte del artilugio costureril.
La máquina fue como la seda unos años más, hasta que llegó la undécima mudanza.
Un dia la cojo, y ¡ya no funcionaba!.
Como soy previsora, guardé el teléfono del señor y me dispuse a llamarlo.
Transcribo conversación telefónica:
"- piiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiii,piiiiiiiiiiiiiiiii
- ¿Si, digame?
- Buenos dias, es la casa del Señor Tal?.
- Si, señora. ¿Qué quería?
- ¿Es usted?
- No, señora. Es mi padre.
- Mire, es que hace unos años me arregló la máquina de coser y me dijo que si tenía algún problema, que volviera a llamarlo. Y es que ha dejado de funcionar otra vez. Yo he hecho lo que me aconsejó, pero ni por esas.
- Verá, señora, es que mi padre acaba de fallecer. Y si no fuera por esa circunstancia, yo se que él estaria encantado de volver a ayudarla.
- ......... Vaaaaaaaaya!. ............. .......".
La conversación sigue con las muestras de pesar que el caso requiere, más las excusas pertinentes, que yo balbucee como buenamente pude.
Sigo con ese tema a vueltas y no se me cae de la cabeza. Si no fuera por la tristeza de una pérdida, la cosa sería para descojonarse, con perdón.
Tengo otra.
Quieres quedar bien con una persona que acabas prácticamente de conocer. Le dices lo mono que es su niño y lo que se parece a él. 'Ah, si?, te responde. Llegas a casa y lo comentas con el Propio. El Propio que te mira como diciendo: '¿Quéeeeeeee?'. Y cuando puede te suelta: '¿No me digas que le has dicho eso?'. 'Síiiii', le respondes. 'Pues vaya tela, hija, que el niño no es suyo, es de otro'.
Esas son situaciones en las que, por mi natural despiste o por mi proverbial mala suerte, me ocurren bastante más a menudo de lo que yo quisiera.
Espero que os haya hecho gracia. A mi, al recordarlas, me da una verguenza terrible. Pero ya lo tengo asumido. Lo que no termino de asumir es ¿por qué me pasan estas cosas a mí?. Deberé vivir con ello.
Que tengais un buenísimo fin de semana, y que venga acompañado de una feliz costurita!.
Un beso, y gracias por acompañarme un rato.
NOTA: Las flores de Gladys provienen de la Página de la Asociación Claveles y Gitanillas, de Córdoba.
NOTA 2: Como se que a Gladys no le importa, voy a hacer extensiva estas flores a todas las amigas que ahora están viviendo su invierno.